domingo, 27 de marzo de 2011

GORRIONES

Muchas cosas están sujetas a la mundanza del tiempo. También el concepto que se tiene de los animales. Ahora que hay gran algarabía de pájaros leo lo que Valentín García Yebra escribió sobre los gorriones. Cita al licenciado Francisco Marcuello, canónigo de Daroca, autor de la Historia natural y moral de las aves (Zaragoza, 1617). Recogía el Licenciado distintas opiniones sobre los gorriones. Bartolomé Ánglico, por ejemplo, consideraba a tal pájaro como "ave inconstante, y muy importuna a los hombres, en cuya casa hace sus nidos". Los gorriones tenían fama probada de fogosos y salaces. Ahora bien, las cosas como son, no pueden ser calificados como auténticos libertinos por la fidelidad demostrada hacia su correspondiente gorriona. En este aspecto eran ejemplares. También tenían otras virtudes no reconocidas, que yo sepa, por Aristóteles, Plinio y otros sabios. Eran, y son, audaces, inquietos, optimistas, amigos del sol, estoicos en las heladas, individualistas y sociables al tiempo. Y se muestran conformes con los tonos grises y pardos que Dios les ha dado como discreto adorno.

También eran pardos los capotes de los labradores y hortelanos, antiguos enemigos de los gorriones. Afirma el licenciado Marcuello que "por ser astutos, y tan dañosos en los sembrados, que en muchas partes ha sido forzoso hacer leyes y estatutos a favor de los que más gorriones mataren". En los archivos de Jaén he encontrado referencias que confirman lo anterior. En febrero de 1700 el Cabildo municipal de dicha ciudad, "considerando el gran daño que causan los gorriones en las siembras en tiempos que estan granados los trigos y demas semillas", ordenó que en el plazo de veinte días, cada vecino matase seis ejemplares y los entregase a las autoridades municipales. Los desobedientes pagarían una multa de cuatro reales. La orden se dio, precisamente, cuando los gorriones comenzaban a estar más inquietos y a dar más brega. Disposiciones similares se dictaron en mayo de 1715, marzo de 1730 y febrero de 1794. En 1833 la cuota de gorriones cambió. Los vegueros, hortelanos y labradores debían entregar una docena y el resto de los vecinos seis. Este trabajo se podía encargar, previo acuerdo y gratificación, a algún mozo o pobrete. No era propio de gente de lustre acudir a tareas venatorias de poca monta, pasar fatigas por los barrancos y marrar perdigonadas con caza tan triste, menuda y de tan poca seriedad. Da pena todo esto pero así eran las cosas.

21 comentarios:

  1. Y nos quejamos de que en estos tiempos todo se legisla y el estado nos lleva de la mano hasta para cualquier hecho diario.
    Por su entrada veo que antaño ya nos decían que debiamos hacer, y si no, multa.
    Aunque las de antes son más comprensibles que las de ahora.
    Que tenga un buen dia.

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  2. Sobre los pájaros, ya se sabe: hay poetas que los subliman porque el aleteo grácil y bello sirve de motivo a sus rimas ("Volverán las oscuras golondrinas", "Es menuda como un soplo... como un gorrión", etc.)No piensan lo mismo los dueños de los sembrados, por razones obvias. Como dijo Gracián: todo depende del color del cristal con que se mira.
    Un saludo.

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  3. Fíjese lo que son las cosas, ahora resulta que este pequeño animal, antaño tan abundante, está desapareciendo de las ciudades y los pueblos sin saberse muy bien el por qué.
    "Un estudio de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birdlife) asegura que esta población de aves disminuye a un ritmo de 14.000 ejemplares al año en la región. Y, pese a que su número todavía es muy grande (1,4 millones), avisa: el problema es generalizado en todas las grandes urbes de Europa. En Londres o Praga, por ejemplo, ya no queda ninguno."
    Más info : http://asociacionplanetaverde.blogspot.com/2010/03/desaparecen-los-gorriones.html

    Un saludo y gracias.

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  4. Que los dueños del sembrado no piensan lo mismo de los "pajarcillos"... ya lo dice el romance de San Antonio tan bonito. Gorriones hay más que personas en España a veces, luego mueren, pero en la cría al principio o nos superan o por ahí andamos.

    Curiosidad: como aficionada me explicaron que las aves se dividen en dos, parseriformes (las que se parecen a un gorrión) y no parseriformes (el resto). Ahí la importancia de estos pájaros o, quizás, lo comunes que son y eran.

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  5. Su comentario es interesante en grado sumo, don Lorenzo. Los ayuntamientos eran tremendamente intervencionistas. Sin embargo no siempre los vecinos hacían caso a tales disposiciones. Por lo pronto, era imposible cobrar esas multas pues en los siglos XVII, XVIII y parte del XIX el Concejo carecía de censos fiables. Además la eficacia de la medida, para salvar las cosechas, debía de ser más que dudosa.

    Muchas gracias y un saludo.

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  6. El concepto de los animales y de la naturaleza era radicalmente distinto al de los tiempos actuales. La naturaleza era considerada como lo adverso. EL hambre daba más miedo que la disminución en la población de gorriones.

    Muchas gracias don Cayetano. Y un saludo.

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  7. Muchas gracias por la información al respecto, señor de Mingo. Bien triste sería que se confirmase con el tiempo. Pasaré a leer con interés la fuente mencionada por usted.

    Saludos y muchas gracias.

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  8. Es cierto, doña Aurora, que se ven muchos. Y con decisión a la hora de afrontar la vida. Usted sí que sabe de estas cosas del campo.

    Saludos y gracias por su comentario.

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  9. Que delicia de artículo, y curioso. Es comprensible que a pájaro tan abundante y granívoro, se le tachara perjudicial cuando el labrador trataba de defender hasta el último grano de cereal de su cosecha. Y que viéndolo con malos ojos se le persiguiera como si de plaga se tratara. Quizás lo fuera. Me ha encantado su entrada. Un abrazo.

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  10. Curiosa medida para mermar la población de gorriones, desde luego no era una actividad cinegética de gran lustre como la caza del jabalí o el venado.

    Un regio saludo.

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  11. "Eran, y son, audaces, inquietos, optimistas, amigos del sol, estoicos en las heladas, individualistas y sociables al tiempo. Y se muestran conformes con los tonos grises y pardos que Dios les ha dado como discreto adorno", es una preciosidad y lo mejor que he leído nunca sobre los gorriones. Merecería usted, junto con la orden del toisón, la del gorrión de oro.
    Aristóteles en materia de gorriones no sé si estaba muy puesto y, aunque lo estuviera, no le llegaría a lo suyo ni a la suela del zapato, pero hay que reconocerle aquello de la golondrina, que una no hace primavera, que también está muy bien.

    Saludos cordiales, señor del Retablo

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  12. No se tomaban a broma la pérdida de una cosecha, señor de la Terraza. Entre los labradores de verdad y los pastorcillos versallescos había un abismo.

    Muchas gracias por sus generosas apreciaciones.

    Saludos.

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  13. Imagínese usted, Don Carolus, a unos tipos como Medinaceli, o del aspecto de Don Juan José de Austria, por esos despeñaderos en busca de la media docena de gorriones correspondiente.

    Muchas gracias y un saludo.

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  14. Es un honor, doña CB, que mi trabajilllo haya sido de su agrado. De verdad. No sé si el gorrión aparece en la heráldica, pero no le falta espíritu aventurero y es amigo de internarse en los bosques. Como si perteneciese a la caballería andante.

    Saludos y muchas gracias por su generosidad. Me quito el sombrero.

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  15. Me imagino que los chicos estarían entretenidos dándoles caza para sacarse unas perrillas. Me ha recordado también al "Flautista de Hamelin", pero así se luchaba en ese tiempo contra las plagas y una sobreabundancia de gorriones podía llegar a serlo, para ojos de humanos.
    Hasta hace poco en este país se ha pagado por matar lobos, zorros o lo que se consideraban alimañas.
    Saludos.

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  16. Hola Retablo, este comentario si quieres no lo publiques, solo es para decirte que creo te gustará darle un vistazo a este blog, me da que puede ser de tu interés.

    KINO Y LA PIMERÍA ALTA
    http://kinoylapimeriaalta.blogspot.com/

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  17. Muchas gracias, don Eduardo,por sus siempre bien recibidos comentarios. Y por el blog que tiene un aspecto interesantísimo. No es fácil encontrar un espacio dedicado a los jesuitas, y misioneros en general, de los siglos XVII y XVIII.

    Un saludo.

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  18. Me estaba acordando de que hace poco hubo en Béjar una plaga de gorriones y estorninos porque talaron algunos árboles del Finca Renacentista de El Bosuqe donde moraban. Durante el día recorrían la zona en busca de alimento y por la noche anidaban en el parque municipal, con el consiguiente peligro para los viandantes, siendo además pleno verano. Y el ayuntamiento cortó por lo sano: avisó al SEPRONA, mandó a unos cazadores apostarse al atardecer y, rifle en ristre, previo acordonamiento del área, se dedicaron a dar pie a tierra con los bichillos molestos. Seguro que nadie sabría de las antiguas prácticas para con las aves.

    Saludos

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  19. Lo que más me llama la atención de la entrada es lo último, que el trabajo que le toca a cada vecino se puede encargar o un muchacho o pobrete, pues no es muy lustrosos que la gente de bien se vea por barrancos y campos en tan menuda caza. Desde siempre, el trabajo sucio se puede comprar o dar al que menos tiene. Y lo que dice Pedro Mingo también lo he observado: cuando era pequeño era horrible la cantidad de gorriones que había, mientras ahora veo bastante menos; deben ser las palomas (éstas si que se han multiplicado) las que están acabando con ellas. Que tenga un excelente día. Saludos.

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  20. Lo que usted cuenta, doña Carmen, es muy curioso. Las situaciones, por motivos distintos, se repiten. Debía de ser digno de ver.

    Muchas gracias por su comentario y saludos.

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  21. Además es que tengo serias dudas no sólo de la eficacia sino del cumplimiento efectivo de tales disposiciones. Por supuesto siempre se podían buscar sustitutos previo pago. Hasta para ir a la guerra como es sabido.

    Respecto a los gorriones, aquí en Jaén siguen siendo muy abundantes. Quizás los mirlos y los estorninos han desplazado su población, pero esto no lo puedo asegurar pues no soy experto en tales lides.

    Muchas gracias por su comentario señor Hidalgo. Y saludos.

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